lunes, 25 de octubre de 2010

El gamo herido

Cuando una cazadora sale en misión nocturna, se encuentra numerosos especimenes de singulares características. Cada uno se la apaña como puede para ligar, pero hay métodos que deberían o bien premiarse, o bien erradicarse sangrienta y definitivamente.
El método de la “pena”, o como yo lo he bautizado (con licencia de todos vosotros) el gamo herido, consiste en parecer una presa desvalida y fácil, con un buen pie a entablar conversación sobre todo por la pregunta de:

¿qué te ha pasado?

En esta ocasión, localicé un gamo macho de la treintena (o sea, carne dura pero jugosa) que iba cojeando sobre una muleta y que automáticamente fue bautizado por mis amigos como “el cojo”, en medio de la pista de baile de la nueva escombrera de mi ciudad natal (escombrera es igual a que lo mejorcito de cada casa se reúne en un local para beberse lo que queda de la noche hasta que casi sale el sol).

Mira que mi abuela siempre dice que a partir de las 2 se cierra la veda y hay que recogerse, no sabía yo lo que me esperaba.

El problema de las mujeres es que a veces olvidamos nuestra condición dominante de selección, y nos reconcome la curiosidad, como buenas mujeres que somos hijas de nuestras madres. Así que un par de caídas de pestañas y un sorbo un tanto lujurioso de mi botellín (en las escombreras no es recomendable beber alcohol) hicieron que el cervatillo me hiciera gestos con la mano para que me acercase, y después de la pregunta de rigor de:

¿Tienes novio?
¿A caso no te das cuenta que estoy desatando mis más y mejores armas de mujer?

Resultó que el pobre cojito era futbolista aficionado, y metió la pierna donde no le llamaban, y para que no se deprimiese sus amigos le sacaron de fiesta y luego, con premeditación y alevosía, le abandonaron a su suerte, como un lastre en su noche de ligoteo. Estaba pues, solito ante el peligro. Y yo, como buena samaritana, me ofrecí en acompañarle a su casa (y darle el mordisco de gracia, ¡claro! para que no siguiese sufriendo, el pobre).
El caso es, que nos montamos en el coche, porque andar no, pero conducir si que podía… bajé la vista al salpicadero y veo, CON GESTO DE HORROR PETRIFICADO, su nombre (Gamo) y el de su (supongo) ex-novia en letras plastificadas con purpurina de diferentes colores, ( me permito recordaros que sobrepasa la treintena).

Esto, forma parte de las cosas que me hacen perder el interés por un tío,
más rápido de lo normal. Lo segundo es enterarme que su ex es una… conocida.

La noche se fue volviendo más graciosa, si cabe, y cuando después de unos besos me comentó (sin darle importancia ninguna) que no tenía condones, (esto también en parte es culpa mía porque yo tampoco tenía) no hace falta deciros donde terminé la noche.

En mi casa, en mi cama, sola.

Pero como tengo mi corazoncito, me gusta (de vez en cuando) dar una segunda oportunidad ( por el tema del Karma, ya sabéis) y me venía muy bien que me llevara al aeropuerto, volví a quedar con él.

Lo que fue de traca es que esta vez tampoco llevase preservativos. Así que esta leona cazadora, terminó por perder la paciencia y el total interés por este pobre astado, porque entre otras cosas, una tarde que quedamos a tomar unas cañas, tuve que pagar yo las cervezas con la excusa de que no podía andar hasta la barra.
Pero, me repito, conducir sí que podía.

Otro consejo gratuito de eFe: jamás agreguéis a vuestro facebook o similares a una presa, demasiado es darles el número de móvil, (siempre y cuando no hagáis como yo y lo deis mal desde el principio, para no dejar rastro), porque ahora la que se siente una pobre víctima perseguida, soy yo.

Menos mal que la fría indiferencia está surgiendo efecto.

jueves, 14 de octubre de 2010

Yogures

¿Cómo era el dicho…?
¿Si pesa más de 50kg no es delito?

Si buscamos la definición de yogur en el efediccionario: dícese de joven efebo, imberbe y con las hormonas revolucionadas menor a nuestra edad (bastante menor) que consigue volvernos turulatas a las mujeres centradas y encarriladas como yo (léase el sarcasmo).

Quién no ha tenido alguna vez un pequeño desliz con alguien que crees que sabes hace ecuaciones de tercer grado y luego resultaba que iba a preescolar.
Si es que la generación NiNi está muy desarrollada para su edad, y con eso de que saben falsificar la firma de sus padres para apuntarse al carro de los piercing…
No puede ser, ya no te puedes fiar ni de tu sombra, hay que ir pidiendo el carnet por delante, e incluso el libro de familia, que no será la primera vez que después de pasar una gran tarde con un casi desconocido llegamos a la conclusión de que somos primos terceros.
¡Menudo bochorno!
La primera vez que caí en la tentación de comerme un pettit suisse, en vez de un yogur de soja, par mayores de 18 años, fue en las fiestas de mi querida ciudad natal, que hará un mes que terminaron la edición 2010.
El nene en cuestión que ya llevaba rondándome un par de años, consiguió su objetivo cuando por lo menos tenía un poco de pelusilla en la cara, aunque para mi mayor vergüenza y escarnio he de decir que seguía siendo menor de edad, y que yo era consciente de ello.

Seamos claros…

Los pettit suisse solo sirven para una cosa:

Sacar un clavo oxidado (léase yogur desnatado sin azucar) de nuestras vidas.

No vamos a engañarnos, son divertidos, amenos, dulces y mimosos, nunca se cansan de hacer cosas nuevas y excitantes, pero pronto se cansan de todo lo demás, así que si buscas una relación estable, búscate un tío que tenga todas las hormonas en su sitio (consejo de eFe).

El caso es que, el yogurín en cuestión, se pilló un poco más de la cuenta de la pequeña eFe, y yo que no estaba por la labor de ejercer a tiempo parcial de chofer, profe y madre… le mandé lo más rápido que pude a paseo (aunque no lo suficiente).

Hoy en día, hay otro yogur en mi vida, pero gracias a quien sea (no vamos a atribuir a Dios todo el mérito) tiene las ideas bastante claras, y por lo menos sabe que los reyes magos y el ratón Pérez son la misma persona… pero para todos mis seguidores menores no haré de spoiler, esta vez.

Para todo hay un momento, ahora me apasionan los que pueden recordar el mundial del 82, y durante un pequeño lapso de tiempo, los que nacieron el año de la Expo de Sevilla.
¿Cómo olvidar a Curro? Y si no sabes quien fue, no puedes entrar en esta fiesta.

Consejo de regalo: si un hombre te pregunta cuantos años tienes y tienes dudas sobre si te supera en primaveras o por el contrario le faltan veranos… miente.

jueves, 7 de octubre de 2010

Pasado puntual, presente continuo, futuro improbable.

O lo que es lo mismo, liarse, o…. estar liados.

Lo que es un lío, es cuando hay uno de los dos en discordia que no sabe en que punto está el otro.
Siempre hay que dejarlo claro, clarito cristalino:
que solo somos follamigos o que solo quedamos de vez en cuando para pasarlo bien, por lo tanto, sólo se queda para…pasarlo bien en la cama, o en el coche, o en la cocina… ya me pillais el rollo…por qué hace falta estropearlo con
conversaciones incómodas sobre nuestra vida privada,
interminables tardes de café,
noches perdidas en el cine
tediosas charlas en los parques… que los parques, es mundialmente sabido, que son para magrearse!

¿POR QUEEEEEE? Y luego nosotras somos las complicadas que queremos casarnos después de la segunda cita…

Si yo solo quiero follar contigo!!! No me hacen falta nada más que un par de orgasmos proporcionados por ti de vez en cuando.
Fíjate si te salgo barata, que hasta yo pongo los condones!!

No hay quien entienda a los hombres. Van de liberales, de machotes y lo primero que hacen es pedirte el número de móvil, te buscan por las redes sociales, te agregan al msn…quieren tenerte controlada en todo momento, es agotador!!! Si mi ciudad natal es tan pequeña tan pequeña que todos somos vecinos, si nos vamos a ver fijo otra vez.

¿Por qué primero me dices que no quieres nada serio y al mes me quieres presentar a tus padres?

Aunque lo peor no es eso, lo peor es que te dicen que son abiertos de mente, que ellos tienen más “amigas” como tú, pero luego es mennnntiiiiraaaaaa como se enteren que quedas con más tíos ya puedes olvidarte de ellos, y hay veces ( y este es otro secreto inconfesable de las mujeres) que no puedes permitirte eso.

Aunque otras veces viene muy bien, y es una manera rápida de deshacerse de alguien que ya no te interesa, y no es tan serio como para sentarse y tomarse un café y acabar con todo ( volvemos a las tardes perdidas tomando café).
Lo que no os recomiendo nunca, bajo ningún concepto, es dejar de cogerle el teléfono,(aunque Dios bendiga el identificador de llamadas) porque si un día ejerció de caballero caballerosísimo sabrá donde vives, e irá a buscarte, irá, irá seguro.
Y hay gente que se toma muy a mal que vayan a rondarle a la ventana, a las 5 de la mañana, cuando vives en un quinto, y no es que el susodicho en cuestión cante como Raphael…

Así que hacedme caso, que yo he tenido que escapar de cada uno… mejor dejad las cosas claras desde el principio, y sobre todo id refrescándoles la memoria de vez en cuando, porque aunque ellos sean los que van de liberales, luego son los más posesivos…
Y para liberal yo...así que así conmigo ni a la esquina.